Buscando las negras sombras de la montaña blanca,
visiones de ángeles que se estancan al atardecer,
donde el cuchillo corta la música de los amigos
ausentes.
El regreso de los gigantes, arlequines de piedra,
el guardián de los cielos vigila el horizonte del
tiempo,
bailando con la dama iluminada por el fiordo de la luna,
sé lo que me gusta, sigue burlándote,
me encontrarás en la batalla del bosque de las siluetas
El cordero duerme con la melodía del cuco,
desfile de los envases sin vida, jaula de corazones
afeitados,
en la sala de espera del anestesista sobrenatural,
se oye el lamento silencioso de los hombres vacíos,
la luz se apaga en el barranco, el cuervo silva a los silencios.
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